David Fernández, Ex velódromo de la Ciudad de Buenos Aires de la serie Ruinas, 2015, fotografía, 100 x 200 cm
Primer Premio Adquisición Fotografía 105.° Salón Nacional de Artes Visuales 2016
El Velódromo de la Ciudad de Buenos Aires fue construido en 1951 para los I Juegos Panamericanos. Fue considerado uno de los más importantes de la región en la disciplina de ciclismo en pista de alta velocidad y ese fue su uso principal durante dos décadas. A partir de los años setentas comienza a utilizarse para espectáculos musicales como el Buenos Aires Rock. Territorio en disputa entre las asociaciones de ciclismo, rugby, tenis e intereses privados, el predio casi se convierte en un hotel cinco estrellas; fue usado como estacionamiento de automóviles judicializados y eventualmente llegaron a realizarse batallas de paintball. Luego de veinte años, el abandono y la falta de mantenimiento lo volvió inutilizable. La fotografía de David Fernández pertenece a la serie Ruinas, producida entre 2000 y 2015. La imagen captura el rastro del tiempo y vestigios de vidas en un tipo particular de ruina contemporánea, que da cuenta de tensiones en el presente antes que de la fetichización de un pasado idealizado. Acostumbradas a procesos acelerados de gentrificación, nuestras ciudades ven pasar a gran velocidad la construcción indiscriminada de torres, autopistas, centros comerciales y políticas de privatización de espacios públicos que nos recuerdan la obvia y estrecha relación entre la arquitectura, el poder económico y el político. Finalmente, el Centro Argentino de Ingenieros determinó que no era viable la reparación de las gradas. La Legislatura porteña declaró en 2013 la demolición de una parte de su estructura para la construcción de una pista de skate y una cancha de hockey. La vida en las ciudades contemporáneas se nos presenta paradójicamente como aceleración del consumo de experiencias en un escenario que se conforma bajo la condición de pre-ruina: es decir, el espectro de un territorio que pareciera pertenecer a otro tiempo y otro lugar.
Eugenia González