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Palais de Glace | Palacio Nacional de las Artes

«Procesión de San Gonzalo (Brasil)» de Miguel Burgoa Videla

Comentario de obra por Laura Ojeda Bär

Miguel Burgoa Videla, Procesión de San Gonzalo (Brasil), ca. 1953, óleo sobre madera, 70 x 56 cm
Donación, 1955

El acervo del Palais de Glace cuenta con más de mil obras que se fueron incorporando al patrimonio a través de diferentes certámenes, salones estatales y donaciones. El conjunto resultante es abrumador: zambullirse en él significa navegar entre imágenes huérfanas de contexto e historicidad, ni narración autoral. Es un ejercicio a contrapelo de lo acostumbrado en el arte contemporáneo, donde las reflexiones, explicaciones y textos varios son, en la gran mayoría de los casos, parte fundamental de las obras. Un ejercicio de observación silenciosa. Un llamado de atención a cómo las formas pueden materializarse a partir de sensaciones y experiencias que unen a personas –quien pinta, quien mira– a pesar de las distancias geográfico-temporales.
Procesión de San Gonzalo (Brasil) es una pintura mediana sobre tabla de Miguel Burgoa Videla. Poco se sabe de su vida más allá de su dedicación a la pintura y el paisaje a lo largo de las décadas. No con espíritu fotográfico testimonial, sino con sensuales escenas sintéticas donde la naturaleza, como protagonista, convive armoniosamente con la presencia humana. Lo primero que llama la atención son las tupidas copas de árboles que parecieran estar por ser una nube multicolor recortada sobre una gran estructura geométrica con tintes de iglesia de pintura italiana metafísica. Las lámparas que decoran las aristas de la fachada iluminan la escena que se desarrolla frente a ella, donde resaltan las vestimentas multicolores de quienes se acercan al festejo religioso. Así, Burgoa Videla transforma una escena de sufrimiento –con el personaje acarreando sobre su espalda el peso de la cruz relegado a una esquina de la pintura– en un colorido y jubiloso oasis.
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Laura Ojeda Bär